El foco de las políticas públicas implementadas por la Municipalidad capitalina en materia ambiental está orientado a detener la proliferación de basurales a cielo abierto en la ciudad. Los desechos derramados en la vía pública suponen un desafío para la gestión de Rossana Chahla, que en el trimestre pasado obtuvo algunas cifras desalentadoras: la cantidad de vertederos en los barrios creció, y también se detectaron más personas arrojando basura en las calles.

Como en cada trimestre, la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable, comandada por Julieta Migliavacca, envió al Concejo Deliberante los últimos avances en materia ambiental. En el escrito de 71 páginas se habla de Inteligencia Artificial (IA), cámaras de seguridad, puntos verdes y otras herramientas que buscan combatir el problema de la contaminación en San Miguel de Tucumán.

Además, el documento exhibe un QR que dirige a la página web de datos del municipio, www.smtendatos.gob.ar, donde se muestra un mapa con bateas, basurales y volcaderos, activos e inactivos. Según el portal informativo, en total hay 442 basurales o volcaderos en la Capital: 265 continúan formándose (el 60%) y 177 fueron neutralizados (un 40%).

Indicadores ambientales

El escrito que deberá revisar la comisión especial del Concejo Deliberante, presidida por el radical Leandro Argañaraz, incluye la evolución de los principales indicadores ambientales comparados con el trimestre anterior. La oficina ambiental de la Municipalidad informa allí que en el período mayo-julio se registraron 505 solicitudes de vecinos notificando basura en la vía pública, lo que denota una disminución significativa respecto de las 568 de los meses anteriores. La administración capitalina atribuye estos números al fortalecimiento de las campañas de concientización ambiental.

"Vivimos en la roña": quejas por basurales, calles sin pavimento y oscuridad en el barrio Viamonte

Por otro lado, la Municipalidad detectó que este trimestre hubo más personas arrojando basura en la calle, de 26 casos anteriores a 40 actuales. “Este resultado nos confirma que estamos frente a un cambio cultural que demora en consolidarse, porque tirar basura en la vía pública sigue siendo un hábito arraigado”, enuncia. Además, añade que hacia este punto se vuelven indispensables los controles y sanciones efectuados por la Brigada Ambiental Municipal (BAM), con el apoyo del Centro de Monitoreo Ambiental (CMA), que “aportan información clave para actuar de manera más rápida y eficaz”.

Estrategias frente al problema de los basurales

En la recolección de residuos no habituales también hubo un crecimiento: las solicitudes aumentaron de 112 a 159 en tres meses. “El mayor número de pedidos es una señal positiva de participación ciudadana, ya que cada vez más vecinos eligen resolver responsablemente la disposición de estos materiales”, indica el municipio.